María Santísima de la Caridad ya se encuentra ataviada con la tradicional vestimenta de Hebrea, presagio de una nueva cuaresma a la que le quedan justo dos semana para comenzar.

Como siempre, esta labor ha sido realizada por su vestidor, Álvaro Abril Vela, y para esta ocasión luce saya granate lisa de terciopelo, así como manto brocado azul ultramar, fajín de hebrea, tocado a tablilla con dos tejidos, con la disposición de puñal de plata.

La imagen se remata con pañuelo bordado en mano derecha, que también cuenta los tres clavos y corona de espinas en la izquierda, de la que pende un rosario así como aro de estrellas plateado.

Un año más nos encomendamos a María Santísima para que nos guíe en la preparación espiritual de la fiesta de la Pascua que realizamos durante la cuaresma.